TERAPIA A TRAVEZ DE LOS PASES

24.08.2010 18:06

A medida en que se vulgarizan y reciben aceptación las terapias alternativas,

TERAPIA A TRAVÉS DE LOS PASES

 

objetivando la salud real, la técnica del amor gana prestigio, por constatarse que el fulcro de

irradiación del pensamiento mantiene estrecho intercambio con la emoción.

Cuanto más expresiva la cuota de amor, irradiándose en forma de energía positiva,

más favorable se hacen los resultados terapéuticos en los intentos de auxilio al prójimo.

El amor lúcido lleva fuerzas abastecedoras que robustecen las áreas psíquica,

emocional y física de aquel a quien es dirigido.

Siendo la llave simbólica para la solución de los más intrincados problemas, él

exterioriza simpatía en sucesivas ondas de renovación que penetran el paciente,

revigorizándolo para el proseguimiento de los compromisos asumidos.

La canalización del amor es resultado del pensamiento que se sensibiliza a través de

la emoción, exteriorizando fuerza psíquica complementaria, que se dirige al mismo rumbo

de la afectividad.

Toda vez que Jesús fue convocado para curar, procuró despertar al suplicante hacia la

responsabilidad de la salud, hacia el compromiso con la vida. Invariablemente, lo

interrogaba, si quería realmente curarse, después de cuyo beneplácito, mediante el toque del

amor, Él recuperaba los órganos afectados, restableciendo la armonía en el ser, cuya

perseverancia, a partir de ahí, dependía de si mismo.

Tocando al enfermo, suavemente, sin complejidades en el gesto, deseando y

emitiendo el pensamiento curativo, prolongándose psíquicamente hasta el necesitado,

donde estuviese, Su amor rehabilitaba, recomponía, liberaba, en fin… sanaba.

La incontestable fuerza de la mente ahora demostrada en innumerables experiencias

de laboratorio, resulta de su educación y de la canalización que se le ofrece, favoreciendo

alcanzar el objetivo al cual se dirige.

El sentimiento de amor que la comanda es complemento esencial para el logro de la

finalidad a que se destina.

No obstante, en la terapia a través de los pases, aparte de la energía mental y del

sentimiento de afectividad, son inestimables otros recursos que le forman y definen la

cualidad superior.

Nos referimos a las aspiraciones íntimas, a los anhelos emocionales que deben residir

en todo aquel que se candidata a la labor de la transfusión de la bioenergía curativa.

El pensamiento exterioriza la suma de las vibraciones del psiquismo y, como es

natural, se torna indispensable que esas estén constituidas de recursos positivos y

saludables, sin las pesadas cargas deletéreas de los vicios y dependencias perturbadoras.

Cada cual es lo que cultiva; exterioriza aquello que elabora.

No hay milagro transformador de carácter vicioso, produciendo en un momento

energías saludables que no existen en aquel que pretende improvisarlas.

Todo recurso es resultado del esfuerzo y la fuerza psíquica se deriva de los

contenidos de las acciones realizadas.

Quien, por tanto, desee contribuir en la terapia socorrista mediante los pases, que se

 

Manuel P. de Miranda

(Página psicografiada por el médium Divaldo P. Franco, el 11/11/1992, en el Centro

Espírita Caminho da Redenção, en Salvador-Ba.)

despreocupe de las formulas y de las apariencias, perfectamente dispensables, para cuidar

de los recursos morales y espirituales, que deben ser desarrollados en si mismo.

Tabaco, alcohol, drogas adictivas, son grandemente pernicioso a los pacientes, los

cuales reciben las cargas de naturaleza tóxica. Igualmente, las emanaciones del desvío

sexual, de los disturbios de comportamiento emocional, de la intriga, de la maledicencia,

del orgullo, del odio y de sus derivados se tornan de carácter destructivo, que agravarán el

cuadro de aquel que se les somete.

En la terapia por los pases, es imprescindible la sintonía del donador con el pasivo, la

receptividad del paciente en relación al agente, sin lo que, los resultados se tornan inocuos,

cuando no decepcionantes.

La piedra que no tiene poros, después de milenios sumergida en el océano, al partirse,

se presenta seca en su interior.

Ámese y cúrese quien desee participar de la solidaridad humana, en el ministerio del

socorro a los enfermos, a fin de ayudar mejor.

Exteriorice el amor y anhele firmemente por la salud del prójimo, dejándose penetrar

por la energía divina de la que se hará instrumento, y, exteriorizándola con su propia

vibración, atienda a los hermanos debilitados en la lucha, caídos en la jornada,

desorganizados en los paisajes del equilibrio.

La terapia por los pases es donación de amor y de salud personal, dispensando quejas

y aparatos mecánicos de sugestión exterior.